COOPERATIVAS DE TRABAJO Y EMPRESAS RECUPERADAS

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Intercoop Eduardo H. Fontenla, Intercoop Editora Cooperativa Limitada, Buenos Aires, Argentina, junio 2008

El neoliberalismo como concepción ideológica ha sido absolutamente contrario al interés nacional, de los trabajadores y de la sociedad en su conjunto.

Las políticas económicas aplicadas propiciaron tendencias hacia la des-industrialización y hacia la desigualdad en la distribución del ingreso.

Uno de los más graves problemas que ha causado en nuestra sociedad es el desempleo. Sus consecuencias exceden lo estrictamente económico e implican problemas para los trabajadores directamente afectados, pero también un debilitamiento de la organización social.

La desocupación y subocupación 1 son generadoras de la violencia y de la inseguridad. La ausencia de ocupación estable y remunerada genera angustia, desdibuja la identidad personal y provoca reacciones antisociales que afectan la convivencia pacífica de los individuos en una comunidad.

El desempleo a muchos hombres y mujeres de distintas edades los puso a prueba, ya que de buenas a primeras quedaron en la calle, sin trabajo, sin comida y con la desesperación del futuro incierto.

Una de las respuestas ante esta nueva situación ha sido el surgimiento del movimiento de empresas o fábricas recuperadas, para darle continuidad al trabajo y reactivar las empresas en quiebra, concursadas yio abandonadas por sus dueños, donde la protesta, ocupación y toma de las fábricas por parte de los trabajadores y sus familias, aparecen como una de las tantas formas de resistencia ante la crisis política, social y económica.

Estas movilizaciones y efervescencias sociales han sido medios de producción o puentes para una organización distinta de la producción, Gordillo describe al impacto de las luchas sociales de la siguiente forma: « se pueden considerar las protestas sociales no sólo como una forma de cambiar las correlaciones de fuerzas y aumentar las capacidades negociadoras de ciertos actores sociales, sino también como un trampolín a la reestructuración productiva y a la innovación institucional en sociedades bastantes desiguales, fragmentadas y frágiles desde el punto de vista institucional ». (Gordillo, 2001).

Específicamente analizaremos la modalidad que surge con la formación de cooperativas de trabajo, los desafíos e impactos que esta estrategia de legitimación jurídica implica en la preservación de las empresas y en la generación de nuevas fuentes de trabajo.

Reconocemos que el cooperativismo ha permitido que amplios sectores sociales logren un acceso real a la propiedad de los medios de producción, alcanzando una participación significativa en la producción nacional y en la distribución del ingreso; a la par de su contribución a la democratización de la economía.

Las cooperativas de trabajo, son organizaciones con identidad, especificidad doctrinaria, legal y organizacional, que requieren mecanismos específicos para la organización, la toma de decisiones, la gestión y la fiscalización, que resultan imprescindibles conocer para su eficaz funcionamiento.

No es un fenómeno nuevo en la Argentina la autogestión cooperativa de los trabajadores, pero se observa un crecimiento importante a partir de la crisis de 2001, momento en que los trabajadores recurren a la constitución de esas entidades por la necesidad urgente de defender la fuente de trabajo al tomar conocimiento del cierre o quiebre de la fábrica y con la cual mantenían una relación de dependencia laboral.

A la formación de cooperativas de trabajo originadas en empresas quebradas o en crisis, se la ha llegado a denominar « fenómeno » en alusión al incremento exponencial que se produjo en los años recientes y en la inversión de roles por medio de los cuáles son los propios actores, los trabajadores asociados, quienes pasan a ser protagonistas, rechazando el manejo político de la pobreza y el camino por el cual únicamente podrían sobrevivir al asistencialismo social. Asistencialismo que fue necesario porque cuando la gente tiene hambre, lo importante es que coma y mucho más los niños.

Pero la asistencia social desvinculada de todas las otras dimensiones puede ser negativa, porque suele incrementar la cultura de la dádiva que atenta contra la dignidad humana. A su vez quién depende de la dádiva o la caridad para sobrevivir, nunca es totalmente libre, porque su vida está sobredeterminada por las decisiones de los demás.

Considerando que el trabajo es el mejor ordenamiento social y uno de los elementos fundamentales de creación de vínculos, la formación de una cooperativa para recuperar una empresa o fábrica, implica salir de la actitud de la derrota y tener una postura frente a la crisis, aplicando políticas basadas en proyectos sustentables para los trabajadores.

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