Poner la vida en el centro: Respuestas del Ecofeminismo y del Decrecimiento a la UE
Julia Weingärtner, Marta Monasterio Martín, diciembre 2009
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Resumen :
La corriente del Decrecimiento denuncia el modelo de vida occidental de consumo desmesurado y de crecimiento ilimitado de los mercados. Tiene su origen en la crítica social y ecológica de la economía capitalista, aunque también recoge muchas otras influencias del feminismo y reflexiones llegadas desde países del Sur. Su propuesta principal es la de desaprender, cambiar la mirada sobre la realidad y desprenderse de nuestro modo de vida insostenible1. El Decrecimiento no es un objetivo en sí mismo, sino un medio hasta alcanzar parámetros de sostenibilidad. La propuesta y el lema del Decrecimiento se puede resumir en “necesitamos menos, para vivir mejor”.
Frente a las recetas de “más de los mismo” o “huida hacia delante”, el Decrecimiento tiene un largo camino por recorrer para seguir profundizando en las reflexiones, creando nuevas alianzas y forjando múltiples iniciativas. En ese sentido el Decrecimiento debe fortalecerse a través de las disciplinas que hacen resaltar sus posibles carencias, y es aquí donde el feminismo toma la palabra.
Lo primero que salta la vista es que la gran mayoría de los textos, los manifiestos, los libros que constituyen la base intelectual del Decrecimiento han sido escritos por autores masculinos. Estos autores a su vez se han basado principalmente en otros pensadores (hombres) anteriores. Esta observación, que puede parecer banal, ha influido en buena medida en que, a día de hoy, la influencia real del pensamiento feminista en el discurso del Decrecimiento no sea algo palpable.
Esto no significa que los defensores del Decrecimiento no admitan que las aportaciones del Feminismo sean importantes y necesarias. Muy al contrario, afirman que es imprescindible incorporar una perspectiva feminista bien orientada, aunque la tendencia general sea la de esperar que esta labor la aporten las feministas “desde fuera”. Debemos cambiar la mirada también respecto a la incorporación de la perspectiva de género y meter en cada etapa del análisis y de la formulación de propuestas el paradigma feminista que se alía, completa y retroalimenta el paradigma ecologista. Este texto es un acercamiento en esta dirección.