Economía solidaria: ¿Capitalismo moralizador o movimiento contracultural?

Tlaxcala, México: El Colegio de Tlaxcala, Ciencia Básica-CONACYT, SEP-CONACYT;

Laura Collin Harguindeguy, 2012

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Résumé :

Contundentemente a partir de la caída de muro y de manera más discreta antes de esa fecha, las muestras de inconformidad con el sistema fueron desplazando sus vías de expresión de los partidos políticos y sindicatos hacia otras formas de representación, entre las que se pueden mencionar a las ONG’s (Organizaciones no gubernamentales) o OSC (Organizaciones de la Sociedad Civil), organizaciones sociales y otras expresiones, más personales como el fenómeno el auge de sectas y los denominados nuevos movimientos religiosos, así como lo que Douglas (1998) denomina estilos de pensar, y Ray y Anderson (2000) creativos culturales, con la característica de que todos manifiestamente o no, proponen nuevos estilos de vida y formas de resistencia ante el modelo económico y cultural dominante. El protagonismo de estas nuevas formas de participación se manifiesta in crescendo en la década de los ochentas, con la emergencia de la sociedad civil y las llamadas causas ciudadanas, cuyo lenguaje político novedoso, tampoco es el tradicional de los partidos políticos. En los noventas, ya implantado el neoliberalismo, al hacerse visibles sus efectos, emergen nuevos movimientos, algunos masivos y de tal empuje que derrocan gobiernos, y pueden ser interpretados en términos de multitudes como proponen Hardt y Negri (2002), pero que además protagonizan procesos autogestivos, de producción, servicios, caracterizados por el rechazo de los partidos y la política y el ejercicio de nuevas formas de poder y autonomía.

Desde la década de los setentas, Eco y otros (1974) plantean la posibilidad del tránsito hacia una refeudalización de la sociedad por la existencia de movimientos que definían como contraculturales. En su momento aludían a la extensión del movimiento hippie y el incipiente movimiento ecologista. Hoy en día la polémica vuelve a tener vigencia en el contexto de la globaliza- ción, el surgimiento de los llamados globalifóbicos, y su tránsito posterior a la postura de la alterglobalización, donde destaca la existencia del Foro Social Mundial, ya con cinco ediciones, y que en Bombay congregó a 120 mil participantes. El altermundismo, movimiento que sustituye al de los globalifóbicos se caracteriza por la búsqueda de alternativas políticas y económicas al modelo vigente. Bajo el lema de otro mundo es posible y con la bandera del ecumenismo, proponen diferentes iniciativas que asumen a la Ecosol (Economía Social y Solidaria), como un posible modelo.